En los diálogos, para
introducir las intervenciones de cada
personaje:
—
¿Y me dices que vienen hoy?
—
Sí, eso fue lo que me dijeron.
La raya se coloca en párrafo
aparte y sin espacio entre ella y la palabra siguiente.
Se emplea, también en los
diálogos, para separar los comentarios o acotaciones del narrador:
—
Estoy asustado — dijo el niño.
Se escriben dos rayas para
delimitar la intervención del narrador cuando esta interrumpe las palabras del
personaje. Ejemplo:
—
Estoy asustado —dijo el niño—. ¿Podemos volver
a casa?
La puntuación al final de la
frase del diálogo se pospone a la raya final del inciso.
Para enmarcar observaciones
marginales o incisos que tienen mayor independencia que los encerrados entre
comas. Con este uso, la raya puede
alternar con los paréntesis. Ejemplo: Marta — cualquiera lo diría — también quería venir.
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